Sunday, June 24, 2007

¿Y si Cristo tuviese un celular?


Esta pregunta se la hizo mi amigo Wellman, curioso implacable al fin. Y me dijo: “loca, tú debes escribir de eso en tu blog.”

Al día siguiente hice esa misma pregunta a un grupo heterogéneo de cristianos, cuando digo heterogéneo me refiero a un margen amplio de edades, unos más conservadores que otros, mujeres y hombres.

-¿Si Cristo tuviera un celular, cómo sería nuestra relación con él?- Lancé la pregunta a modo de tema de discusión. Dentro de nuestra conversación, la primera pregunta interesante que surgió fue, -¿También Él podría llamarme a mi celular?- Y digamos que sí, que Cristo siempre tiene minutos en su celular y podría hablar directamente con nosotros también. Instantáneamente la respuesta de alguien fue -Muchas veces quizás apagaría mi celular-.

Wao, es verdad muchos de nosotros a veces decidiríamos eso, no contestar al llamado del Señor. Si el Señor tuviera un celular las mal interpretaciones terminarían, las excusas de que no lo escuchamos desaparecerían, conoceríamos la voluntad de Dios sin esperar tanto y quizás los tiempos de oración fueran más cortos, en teoría la palabra “oración” como tal no existiría. Sin embargo, hablando sinceramente, cuando en este pequeño grupo nos hicimos esa pregunta el resultado fue que todos limitaríamos nuestras conversaciones con Jesús a meras peticiones o quizas le llamaríamos para agradecerle porque nos hizo esto o lo otro. A mi me parece egoísta pensar que si Cristo tuviese un celular lo llamaría solo para pedirle cosas y con mayor facilidad. Pero, ¿Qué tal en esos momentos cuando debemos pedir perdón, o en los momentos de reprensión de parte suya, apagaríamos el celular para que no se pudiera comunicar con nosotros?

Después de ser redargüida y reflexionar en la anterior pregunta, me surgió ésta otra: ¿Cómo sería nuestra vida de adoración hacia Jesús si estuviera a la distancia de una llamada telefónica? Entre las personas que estábamos conversando ese día coincidimos en que sería raro por teléfono decirle “Te amo Jesús, eres mi amado, te adoro, te alabo, eres precioso”. La discrepancia está en que a ninguno de nosotros nos cuesta mucho decirle a la persona que queremos cosas lindas, ¿entonces por qué a Jesús sí? Una respuesta muy posible es que la mística de nuestra relación con Él es precisamente que no lo vemos. Pero si nos vamos aún más allá, dudo mucho que llamásemos a Jesús sólo para rendirle alabanza y adoración. Sería un poco inusual que en cierta parte del día se nos ocurra (de la nada) llamar a Jesús a su celular sólo para decirle cosas lindas, si nuestra motivación mayor al acercarnos a Él siempre es en un deseo, una petición, una necesidad o peor aún, una costumbre.

Sinceramente, como no veo a Jesús se me olvida con frecuencia que estuvo en esta tierra y caminó en este mundo y que era de CARNE Y HUESOS. Incluso cuando estaba más joven me imaginaba a Jesús como una LUZ, no me cabía en la cabeza que Él hubiese sido muy similar a mi en mi calidad humana. Tiende a suceder que en nuestra mente la divinidad de Jesús sobrepasa Su humanidad, influyendo esto incluso sobre nuestra forma de vivir el cristianismo. A Jesús nos lo imaginamos sólo como ese ser celestial que describe la Biblia, habiendo Él estado en la tierra, caminado por las calles de Jerusalén con calor, cansancio, hambre, sed, etc. y que mucha gente lo conoció y habló con ÉL. En ese momento, Cristo y sus apóstoles no necesitaban de un celular para comunicarse, se veían diariamente, ¡¡¡Convivieron durante 3 AÑOS con Él!!!

Si conociésemos verdaderamente a Cristo no necesitaríamos un celular para tener intimidad con Él, pero no podemos poner de lado algo indudable y es que el ser humano nunca se conforma, somos insaciables como lo define un libro de la Biblia llamado Esclesiastés. Estoy segurísima que si tuviésemos la posibilidad de comunicarnos vía telefónica con Jesús, probablemente nuestro problema sería que no lo podemos ver o nos quejaríamos constantemente de los problemas técnicos que presentan los celulares, la señal, que se descargan, que el modelo de una persona es más moderno que el de la otra… y así podría mencionar una lista larga de quejas que tendríamos de ser posible esto.

Empero, concluyo con lo siguiente: Si el señor hubiese creído que necesitaríamos un aparato para comunicarnos mejor con Él, lo hubiese proporcionado. El mejor medio que tenemos es su misma presencia. Tenemos que agradecerle a Jesucristo por la manera que decidió revelar cada aspecto de Su persona a nosotros, no se le escapó ningún detalle. Si verdaremamente tenemos una comunión constante con Él y el Espíritu Santo habita en nosotros, un aparato como el celular estaría de más.

AUNQUE DEBO CONFESAR QUE SERIA MUY COOL!!! LOL